Kike García, el goleador al que se encomienda toda Vitoria

El deportivo Alavés cuenta en sus filas con el tercer máximo goleador español de la liga

El Deportivo Alavés ha encontrado en Kike García a su referente ofensivo en LaLiga. El delantero conquense de 35 años, nacido en Motilla del Palancar, con su olfato goleador y entrega inquebrantable, se ha convertido en una pieza clave para el conjunto antes dirigido por Luis García Plaza y ahora por el argentino Eduardo Coudet. Con sus goles, el atacante se erige como el tercer máximo goleador español del campeonato, consolidando su importancia dentro del equipo y ganándose el reconocimiento de la afición babazorra.

Desde su llegada al club vitoriano, Kike García ha demostrado su capacidad para definir en el área rival y ser un factor determinante para desatascar los encuentros más exigentes. De hecho, llegó a marcar su segundo hat-trick de su carrera en el partido contra el Real Betis, consiguiendo una victoria a domicilio del Deportivo Alavés en el Benito Villamarín. Su experiencia y calidad le han permitido aportar no solo goles, sino también trabajo incansable en la presión y la generación de espacios para sus compañeros, ya que Kike está continuamente luchando con los defensas para bajar y peinar balones. 

Además, su liderazgo en el vestuario ha sido un punto a favor, contagiando al equipo con su espíritu de lucha y su compromiso. En una plantilla joven con falta de liderazgo, debido a la nula presencia del capitán Antonio Sivera en la portería y la marcha del canterano Luis Rioja a principios de temporada. Es por eso que pese a su edad, que muestra que ya está en el ocaso de su carrera, se ha echado el equipo a la espalda y sigue siendo una pieza fundamental en el esquema del Alavés.

Con el Alavés luchando por consolidarse en la categoría, la figura de Kike García cobra aún más relevancia. Sus tantos no solo han significado puntos vitales en la clasificación, sino que también han servido para elevar el ánimo de un equipo que busca poder quedarse en primera división. La afición de Mendizorroza reconoce su esfuerzo y se ilusiona con que su racha goleadora continúe impulsando al equipo hacia la permanencia. Los seguidores del club han encontrado en él un símbolo de entrega y sacrificio, valores que representan a la perfección el espíritu del equipo vitoriano.